Crispación

Inmersos en plena campaña electoral, estamos asistiendo a unos niveles de crispación entre los políticos que estoy por desconectar todos mis aparatos y optar por ver solo películas a todas horas. Me inclino por ignorar los mensajes de las redes sociales, los periódicos, las revistas, los informativos y, por supuesto, los debates de la radio o la televisión. Es decir, desconexión total.

Nos hemos acostumbrado a la crispación a lo largo de las legislaturas de los últimos años y el insulto al contrario está a la orden del día. Mentiras, datos no contrastados, injurias y descalificaciones son el pan de cada día. Basta ya, estoy cansada de tanta crispación.

Sería mejor que nuestros políticos se dedicaran a trabajar por su país y por los ciudadanos, en lugar de lanzar continuamente puyas a los contrarios. Ya se sabe que muchas veces se tiran los platos a la cabeza y luego se van a comer juntos. Y aquí no ha pasado nada. Ya se sabe también que algunos hablan y sueltan frases para estar en el candelero, en las redes sociales o al día siguiente en los titulares de los periódicos o en los informativos. No se dan cuenta del hartazgo que provocan entre los ciudadanos y los votantes.

La oratoria, el arte de hablar en público con elocuencia, con la finalidad de persuadir o conmover al auditorio, no reza para ellos. No hace falta incorporar continuamente la ofensa a sus adversarios. Sería mejor que nos explicaran sus programas, sus propuestas para mejorar la sanidad, la enseñanza, la seguridad en las calles o los problemas de vivienda, y dejaran de lado la insistente descalificación a las formaciones de otro signo.

La revista El Ciervo dedica en su número de marzo/abril unas cuantas  páginas al tema del diálogo para resolver conflictos. Hay unas reflexiones interesantes desde diferentes puntos de vista sobre el valor de la palabra compartida y los efectos del diálogo para mejorar la convivencia. Dice César Antonio Molina, uno de los colaboradores en este tema: “hay que enseñar y aprender a dialogar”.

Eugenia de Andrés, periodista

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