Sobre el perdón

Colombia ha votado en contra del acuerdo del Gobierno con las FARC. Ha sido un resultado no esperado por ninguna de las partes y plantea un escenario nuevo apenas contemplado. El escrutinio del plebiscito describe una gran abstención (60%) y un resultado muy igualado (50,21% en contra del acuerdo y 49,78% a favor). Los colombianos están divididos.

Como intervienen muchas variables, es complejo sacar conclusiones unánimes de las votaciones, pero lo cierto es que no queda otra opción que avanzar en el camino hacia la paz. Un camino difícil porque los 52 años de guerra han dejado importantes secuelas en la población colombiana. Millones de muertos, desplazados, secuestros, desaparecidos, violaciones, ocupación de territorios… ¿Cómo se curan esas heridas?

La aplicación de los acuerdos de paz tal y como estaba formulada, la amnistía, la representación de los guerrilleros en los órganos de gobierno del país, la inserción de los combatientes o las decisiones del tribunal de paz no estaban exentas de dificultades. La mayoría de los colombianos no ha refrendado ese procedimiento y ahora nos preguntamos qué hacer, cuál es el siguiente paso.

Por encima de todo, subyace también el necesario perdón de las víctimas. Acudo a unas palabras que dejó escritas Rosario Bofill en su libro

Quédate con nosotros en el que dedica unas páginas al perdón. En uno de sus párrafos dice: “No es fácil pedir perdón y perdonar es aún más difícil; sin embargo, es imprescindible […] A mi modo de ver, el perdón ha de ser olvido. De lo contrario no es auténtico perdón”. Ya nos dijo Rosario que es difícil, estoy de acuerdo, pero no hay otro remedio. Esperemos que los colombianos puedan vivir sin guerra, que se mantenga el acuerdo bilateral de no agresión y puedan avanzar en el camino hacia la paz.

En este enlace hay una buena documentación sobre el proceso de paz de Colombia: www.cidob.org.

Eugenia de Andrés, periodista

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